lunes, 19 de mayo de 2008

Pintura sobre Tela

Desde su origen, el Hombre siempre sintió la necesidad de expresarse, y esa forma de expresión le sirvió para interpretar el mundo que lo rodeaba.
El Arte no siempre tuvo el mismo significado. A lo largo de la historia, desde el Paleolítico hasta nuestros días, ha ido variando su contenido, materiales y modos de empleo.
Antiguamente, se le atribuía a las pinturas, un poder mágico.
En la actualidad, es una manera de perpetuarse a través de las imágenes y la belleza.
Cualquiera sea el medio o las herramientas que utilice, es imposible mencionar al Arte sin hablar del Hombre, de su sensibilidad, imaginación, intuición y poder expresivo.
Por eso es que, a través del Arte y las Artesanías, puede reconstruirse la historia de la humanidad.
El Arte de decorar telas a mano, comenzó en la India y pueblos de Oriente.
Los egipcios estampaban telas, y si bien la gama de colores era limitada, los motivos utilizados eran muy decorativos, estilizando lo que percibían de la naturaleza y dotándolos de gran simbolismo.
Las telas así trabajadas, estaban destinadas exclusivamente para elaborar las vestimentas de los faraones, nobles y sacerdotes.
A comienzos del S III a. C. , nace en China, la Pintura sobre Seda, cuyo principal propósito era de carácter gráfico, para pasar más tarde, a representar la naturaleza con sorprendente exactitud, siendo los animales y las plantas, objetos de reproducción.
El Arte de la Pintura en Seda, difundido ampliamente en el Lejano Oriente en la Antigüedad, reapareció con fuerte auge en Francia, a comienzos del siglo pasado, y desde allí, se expandió al resto del mundo.
Hoy pueden obtenerse excelentes resultados, con las modernas acuarelas para seda, las cuales se presentan con opacidad cremosa o fluida transparencia. Pueden rebajarse con agua o disolvente, aunque de la primer forma, la seda conserva su suavidad después de pintada.
El brillo de estas pinturas y la lujosa textura de la seda, producen hermosos efectos.
Suele utilizarse la seda blanca o de tonos pálidos, siendo la seda natural la más apropiada para pintar.
Es necesario tensar la seda sobre un bastidor, que descansa horizontalmente sobre el plano a trabajar, fijándola con chinches de tres puntas para luego sacar fácilmente sin rasgar la tela.
La acuarela se extiende sobre la seda como sobre papel secante, por lo que se utiliza la gutapercha o guta para delimitar contornos evitando que ésta se disperse.
La guta, es un producto de látex o caucho preparada en tubos, cuyos extremos en punta permiten realizar el delgado fileteado del dibujo.
La acuarela se expande con pinceles o brochas, de acuerdo a la superficie a pintar y seca rápidamente.
Para obtener una superficie lisa, nunca debe retocarse una zona ya seca ni pintarse al lado de una de éstas, si no hay barrera de guta que las separe. De lo contrario, se formarían manchas imposibles de eliminar.
Para lograr distintos efectos texturados, puede usarse sal gruesa en forma de salpicadura sobre la tela pintada y húmeda. Esto genera manchas muy decorativas.
También se consiguen efectos con alcohol, ya que éste rechaza el color, formando manchas más claras delimitadas por contornos difusos más oscuros.









Obra en proceso Detalle

Obra terminada

En esta publicación puede observarse un trabajo de Pintura sobre Seda

Realizado por: Alicia Roiger